sábado, 5 de junio de 2010

-Cuídala, tío. Tienes suerte, no es una mujer corriente. Estas asombrosas palabras me tranquilizaron.El se desemvolvía muy bien en este tipo de situaciones, con este tipo de personajes.
-Eso ya lo se -trataba de parecer sereno-.Perdónanos, ha sido todo culpa nuestra, pero es que mi mujer es como una niña pequeña. Le gusta jugar a juegos crueles.
-Culpa vuestra desde luego, mas que culpa, es una cabronada, vamos lo que hacéis.....-nos miraba con curiosidad, me parecía enfadada, el corrillo se disolvía ya, decepcionado-.

No hay comentarios:

Publicar un comentario